Hernán Degiorgi
Poema a mi Amada
Hernán Degiorgi
Tanto y tanto te esperé, que, casi pierdo la cuenta,
en uno de esos días, de tanta cuenta perdida,
al doblar una esquina, sonriendo te encontré.
Tu mirada encendió, todos los rincones de esta alma,
que, cansada de buscarte, entre nocheras soledades.
Se entregó al fuego de tus labios, abandonando la espera.
En la ansiosa embriaguez del fuego de tu boca.
Tu sonrisa, palabra y mirada me guiaron, a este, hoy,
posible mundo para dos.
El tiempo pasó, entre caricias, aprendí a abrazarme a tu calor.
En el diario milagro, del suave y encendido sonido de tu voz.
Me soñaste y te soñé, tomaste mi cuerpo, el tuyo acaricié.
Entonces,
aprendí a recorrer el inmenso territorio del amor y los sentidos.
Mi larga noche, amaneció con el mar en calma.
Cuando, este abandonado barco,
presintió en tu mirada, el faro salvador.
El tiempo pasa, somos dos,
nos necesitamos más y más.
Recorrimos este camino lleno de vida, y todos los senderos de la pasión.
Ahora, es imposible no pensarte, no extrañarte antes del beso,
después del beso, y entre beso y beso, en el vibrar de tu abrazo,
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