“La simpleza del barrio,
aun brilla en nuestras miradas”
Afectuosamente a Nidia Lencina
Así las llaman. Viven en el caserón, a mitad de la cuadra. Pasillo largo al fondo. Adelante, está la gallega, la mamá de Javier, los que atienden el despacho de vino y aceite.
Las Brazzi son eso, algo de allá, al fondo del pasillo.
Se las visita en momentos muy especiales. Son bordadoras y planchadoras de ropa muy fina.
Viven en esa casa desde siempre, pertenecen a la memoria del barrio.
Cuando se las necesita, Bety es la que atiende; es la más joven y también la más bajita de las tres. Muy amable, de pocas palabras, no le gusta conversar.
Bibi, la mayor, casi no se la ve, siempre adentro, plancha y borda, borda y plancha, no es sociable para nada, te mira de reojo y sigue en lo suyo.
Violeta, la del medio, es la excepción, no hay acontecimiento, chisme o novedad del barrio, que no sepa.
Violeta es coqueta, cabello ondeado, perfectamente peinado, labios exageradamente pintados. Tiene labios finos y algo se pasa de los límites.
¡Es un personaje! siempre pre-dispuesta para ayudar a los vecinos en lo que necesiten. Servicial, sonriente, ella no es como las hermanas: - Esas son amargas me aburren- lo dice a cada rato.
Cuento completo: http://roquevegaletras.blogspot.com/2011/05/las-brazzi.html#comments
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